Buñuelos de cuaresma y semana santa con higos secos con anís (FIGUES SEQUES MALLORQUINAS)

Si el buñuelo es una delicia, prestad atención al buñuelo relleno de higos secos con anís

“Avui són les Verges, tots hi hem d’anar! De bunyols amb sucre, hem de berenar!” Esta era la canción que cantábamos en la escuela cuando sentados todos a tierra el día de las vírgenes nos daban a todos buñuelos porque merendáramos. Nos poníamos azúcar y óleo por toda la boca y las manos, pero bien que nos gustaban!

Los buñuelos se hacen en Mallorca el 21 de octubre, el día de las Verges. Según la antigua tradición, la noche del 20 de octubre, los jóvenes iban a cantar serenatas a las solteras, quién se lo agradecían con buñuelos y vino de moscatel. Las cosas cambian y esto ya no es así, pero nos ha quedado una parte muy dulce de la tradición: el buñuelo.

Cuando me hice mayor quise aprender a hacer, y si comer ya me gustaba, hacerlos me gustaba todavía más. De todo de una el tema: tienen que ser redondos y con agujero, no iba con yo. Hacía “patitos” que se los decía, pero vaya, bien pronto los cogí el truco y me quedaron todos con agujero. El año que aprendí, debía de tener unos 11 años, hice por todo allá donde pude, y es que, todavía ahora, hacer buñuelos me encanta.

A pesar de que son igual de bonos con agujero o sin, intentaré explicaros todo lo bien que pueda cómo se hace. Lo único delicado que tienen es el aceite caliente, pero como que llevas las manos mojadas, doy fe de que si lo tocas no te quemas. En cuanto a las proporciones de ingredientes, todo el mundo tiene su receta: con más harina, con más huevos, con leche, etc. Lo único que diferencia un buñuelo bueno de uno que no lo es tanto, se encuentra en sí es aceitoso o no, puesto que si beben demasiado óleo caen muy pesados al estómago. Ahora bien, si cogen más óleo o falto depende un poco también del punto de blando. Cuál es la mejor receta, es un misterio, pero yo os propongo la que a mí más me gusta.

Y antes de ponernos, quiero puntualizar que como son más buenos personalmente, son bien calientes, puesto que cuando enfrían pierden lo creo-creo que hace la costra y vuelven muelles. Pasados por azúcar o miel, son buenísimos!

 

Ingredientes por 8 personas.

300 gr de harina.

500 gr de patata cruda palada.

15 gr de levadura seca.

3 huevos

240 gr de agua de dónde hemos hervido la patata.

Agua con sal.

Azucar o miel.

Elaboración.

Empezamos poniendo agua dentro de una olla y la hacemos hervir, entonces añadimos la patata y se la empollamos. Tiene que ser muy cocida. Cuando sea apunte, la sacamos del agua (no lo tenemos que echar!) y la pasamos por el pasa-puré, porque quede muy mucha. Seguramente de todo de una queme mucho, por eso o bien esperáis a que enfríe un poco antes de probar o después, queremos que la patata tenga una temperatura manejable, pero no fría.

A continuación, trabajamos un poco la patata y seguidamente incorporamos los huevos uno por uno. Ahora, disolvemos la levadura dentro del agua de dónde hemos hervido la patata (tiene que ser tibia!), y lo mezclamos con la patata y los huevos. Cuando se haya incorporado perfectamente, empezamos a introducir la harina por tandas. Os tiene que quedar una masa homogénea, de una densidad similar al puré de patata echando a claro. (Si encontráis que es demasiado espesa, podéis añadir algo más de agua, y si es demasiado claro algo más de harina.) Ahora dejamos reposar la pasta tapada con un plástico film o parche durante 45 min, o hasta que veáis que ha subido y ya es blando. Ya la tenemos apunte.

Ahora preparamos una paella con 2 o 3 dedos de óleo y la ponemos al fuego, y preparamos un bol con agua y sal cerca. Para comprobar si el aceite está apunto echamos unas gotas de agua, será apunte cuando automáticamente haga ruido o “cante” que le decimos.

Ahora viene la parte más complicada y divertida de la elaboración: me de dar forma a los buñuelos, por eso os he hecho unas fotografías de los 3 pasos básicos.

  1. Con una mano formando una especie de volcán, formamos una pequeña abullona de pasta que cuando estrecharemos el puño saldrán entre el dicho pulgar y el índice.
  2. Nos bañamos los dedos del otro mano con el agua y sal, y cogemos la abullona de pasta con la punta de los dedos.
  3. Rápidamente, le hacemos un agujero con la fricción de los dichos coro y pulgar, y lo dejamos caer dentro del óleo caliente.

Repetimos la acción hasta que la olla esté llena y los doramos por los dos lados. Al ser muy rubios los sacamos y los ponemos dentro de un colador para eliminar todo el exceso de aceite. Hacemos el mismo con toda la pasta, y ya tenemos todos los buñuelos apunte!

Bañadlos dentro de un platillo con azúcar o miel, y que tengáis buen provecho!