Mallorca tiene todas las características propias de una isla mediterránea. El olivo lógicamente es parte destacada de su paisaje. Ya 2000 años atrás llegan los primeros olivos con los fenicios y con los griegos, mas adelante durante la ocupación islámica y su dominio de la agricultura, el olivar se extendió de gran manera. En esa época se empieza a construir los bancales que dibujan la costa norte, la Serra de Tramuntana.
Posteriormente, durante la reconquista hispana capitaneada por el reino de Aragón, se empezó a utilizar el aceite en la cocina, quedando ya para siempre como un icono de la gastronomía de Mallorca.
Durante la influencia de estas culturas, diversas variedades fueron introducidas. Variedades que con el paso de los siglos, han ido mimetizando genéticamente principalmente vía la polinización y la influencia del olivo borde o Azebuche, dando lugar a la variedad Mallorquina (olivar viejo), la variedad genuina de Mallorca, cosechada a mano, en montañas frente al mar. Una variedad muy peculiar, de agradable sabor a almendra, hierba fresca y fruta madura. Muy rica en polifenoles y en ácidos grasos insaturados. Una variedad de las más exclusivas del planeta por litros de producción, ubicación y, por supuesto, sabor.
No hay que olvidar que estos centenarios árboles son menos productivos que otras variedades importadas, pero su aceite además de un sabor único, recoge todos los valores de la ancestral cultura oleica. Consumir el genuino aceite de Mallorca ayuda a la conservación de este único patrimonio natural y cultural. Para muchos no es suficiente con que el aceite sea de Mallorca, el aceite debe de ser de variedad Mallorquina.
MOlX consciente de la importancia de la historia del olivar mallorquín, y del privilegio de poder formar parte de esta cultura milenaria, produce orgullosamente aceitunas y auténtico aceite de oliva virgen extra de Mallorca, la variedad Mallorquina.
La variedad Mallorquina es la genuina variedad de la isla y probablemente produce el mejor aceite de Mallorca. El árbol más viejo de Mallorca tiene unos 1200 años. La Serra de Tramuntana es Patrimonio Mundial de la UNESCO desde el año 2011. Valldemossa, Deía, Soller y Bunyola son sus principales municipios productores.
